Cittadinanza italiana (Tercera y última parte)

En septiembre, presenté finalmente mi carpeta en el Comune de Milán, en la oficina dedicada a hacer la ciudadanía.

Ya he contado que el edificio del comune central de Milán (porque existe la descentralización) es enorme y elegante. Ocupa toda una manzana, muy cerquita del Duomo, sus paredes de afuera son amarillas y sus puertas oscuras, tiene más de un piso y muchos empleados.

"L' ufficio cittadinanza" no me acuerdo en que piso quedaba en aquel entonces, pero si me acuerdo que la chica que recibía los papeles se llamaba Laura, que obviamente como costumbre argentina yo la trataba del tú, aún sin conocerla y ella me trataba del usted, aunque si se veía era más grande que yo.

Creo que después de hacer mi ciudadanía, a Laura le podrían haber dado el premio a la paciencia, porque yo la "torturé" durante tres meses. Cada vez, que tenía 5 minutos de tiempo iba a golpearle la puerta, para saber, "a che punto siamo" (en que momento del trámite estamos) ??? a lo que ella respondía siempre con amabilidad. Yo creo que Laura cada vez que me veía llegar, suspiraba y maldecía su trabajo 🤣🤣

La primera cosa que había que hacer, era la residencia, porque hasta que esta no se establecía, nada seguía su curso.

Una vez que uno declaraba la dirección, había que esperar el "vigile"que pasara a constatar que era verdad que uno vivía allí...Pero como después de una semana, no los había visto. Me averigüé el teléfono de la comisaría que me correspondía y los llamé !🤣

_Disculpe, pero ustedes tienen que venir a comprobar que yo vivo, donde dije que vivo. Los estoy esperando, porque todavía no lo hicieron?

No creo que estuvieran muy acostumbrados a este tipo de llamada, pero funcionó, porque si bien debía ser una visita sorpresa, la que me atendió terminó estipulando conmigo, el día y la hora...

A mi, siempre la policía me dió como algo parecido al miedo, creo que estaba más nerviosa que cuando competía en mis torneos de gimnasia artistica (y es mucho decir) Cuando tocaron el timbre, abrí y vi que era una mujer, tengo que decir que un poco me tranquilizó...muy probablemente era la misma que me había atendido al teléfono y cuando me preguntó la profesión y yo le dije _"Bailarina" no movió ni una pestaña...

Después, había que ir a la Questura (es siempre parte de la policía) a hacer el famoso "permesso di soggiorno" (permiso de estadía) en espera de la ciudadanía, que en aquel entonces, prohibía trabajar (ahora por suerte esto cambió)

Me levanté super temprano, porque sabía que la cola iba a ser larga y fui con toda mi ansiedad pensando, ahora me re_ cargan de preguntas, a lo que yo ya me había preparado todas las respuestas...Ni una me hizo el tipo, me miró solo la foto del pasaporte y puso el sello donde tenía que ponerlo. 

Creo que tuve que esperar unos días para tenerlo porque veo que adelante tiene fecha del 3 de octubre y atrás tiene otro sello del 8. 

No me acuerdo bien estos detalles (pasaron 20 años!) Pero si me acuerdo la satisfacción de estar cada vez más cerca de mi objetivo...y me acuerdo también que Laura, me dijo _ Bueno, ahora solo hay que esperar que las autoridades firmen! me parece que me dijo que esta firma correspondía al intendente.

Ok, señor "sindaco" espero que usted no se lo tome con mucha calma...

El 28 de noviembre era la fecha de mi vuelo a Buenos Aires, y yo no lo quería perder.

Si bien ya había decidido quedarme a vivir en Milano, esas fiestas las iba a pasar en casa. Quien podía sospechar que iban a ser una de las fiestas en democracia más tristes de la historia argentina.

Ese día mi ciudadanía todavía no había salido, pero yo estaba legal en Italia y me tomé ese avión...

Antes, obviamente había hecho unas cuantas "excursiones" al comune para preguntarle a Laura, si había novedades 😉

En el Aeropuerto, me di cuenta que mi billete estaba mal hecho. Practicamente me habían dejado en el aire ! Estamos hablando de esos billetes viejos, celestitos, se acuerdan? Se habían salteado uno de los lugares del itinerario, era como estar en el limbo! 🤣 Otra vez tuve suerte porque el chico que me atendió no le dió mayor importancia a la cosa y me embarcó lo mismo! Y ahí fui...a pasar unos días de humedad rosarina y calor "amiguero" y familiar.

El papel que atestigua que Dante Camusso, Juan Carlos Camusso y Stella Maris Camusso eran ciudadanos italianos, creo está firmado el 12 de diciembre del 2001. Fue mi amiga Julieta a retirarlo, y a Rosario me lo llevó Diego, que me cayó de sorpresa en el mismo momento del 19 de diciembre que se declaraba el estado de sitio.

No pude no pensar en ese momento a mis viajes a Santa Fe, al pueblo en medio de la montaña entre Italia y Francia y ni siquiera a la señora en Rosario a la que le toqué el portero y me dijo solo _ Lo único que te puedo decir, es que los Camusso descendemos de un Conde 🤣🤣

Dicen las malas lenguas, que cuando se me mete algo en la cabeza, no paro hasta conseguirlo, no sé si es buena o mala esta forma de ser, pero esa vez, me sirvió...muchos hubieran desistido en el medio del camino.

La "cittadinanza", era lo que me abría las puertas de la Italia bella, y aunque si después tuve un montón de momentos de indecisión y de angustia, es siempre el lugar donde nacieron mis hijos, y el lugar que elegí después de muchos años por segunda vez, es el lugar de mi presente y quién sabe si será también el de mi futuro.

Laura nunca lo sabrá, pero yo aún recuerdo su rostro.















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