Comunicar



En el año 2001, estabamos a un paso del futuro, pero este todavía no había llegado...sin "redes sociales", era casi, casi, el medioevo 😂

Internet no era tan accesible, ni popular, y tampoco en cada casa había una computadora, como hoy en día (hablo de mi entorno). A todo esto, había que sumar que yo no era una persona muy tecnológica que digamos...Llegué a Europa con un mapa de esos que se doblaban en ocho partes, sin teléfono y con algunas direcciones que me podían llegar a ser útiles, anotadas en una libretita. 

Acá, que ese futuro precedía, me convencieron que sin un móvil, no había esperanza de vida...Y me conseguí uno. Y con él, mi número, que conservo como una reliquia, soy celosa de él, porque es el mismo de aquella vez, nunca lo cambié y nunca lo cambiaré. 

De todas maneras llamar con un celular al exterior era imposible, así, que se aprendían todas las otras estrategias del momento. 

Me dijeron que había una tarjeta TIM que por 10.000 liras te concedía unos cuantos minutos, fui, la compré y quise meterla en la ranura del teléfono público 🤦‍♀️🤦‍♀️ Por suerte se acercó un amable señor a salvarme del papelón de mi vida, y explicarme que había que digitar y seguir las instrucciones! No me acuerdo si ese día pude hablar o no, me acuerdo si, que el mejor descubrimiento de ese año, fue "La Hola Latina" te daba, siempre por la módica cifra de 10.000 liras, como dos horas de conversación...y ahí estaba, siempre en nuestras billeteras, como un tesoro... Era la tarjeta más usada, por todos los que estaban lejos de casa...se marcaba un código interminable...que si te equivocabas, tenías que empezar todo de nuevo... 

También estaban las computadoras del "Comune di Milano" 

El comune di Milano (el edificio) es enorme y super elegante, lleno de habitaciones y escaleras en madera...Ahí, había una sala con 4 computadoras en sus 4 esquinas, que podían ser ser usadas por cualquier persona, gratis. Bastaba esperar el turno, y aprovechar  los 30 minutos que cada uno tenía a disposición..

Y después....y después estaban las cartas! Si, esas que venían en un sobre, esas de puño y letra, que todavía no queríamos dejar...Era una especie de catarsis escribirlas, y todo un ritual mandarlas, y esperarlas...y si bien, a veces traían noticias viejas, ya sabidas por teléfono, eran preciosas, porque estaban acompañadas de fotos, recortes de diarios, poesías... noticias sobre Rosario, las anécdotas de mi primer sobrino y las notas de Pablo Echarri que ganaba el Martín Fierro 😍

Tengo unas cuántas docenas  guardadas....de mi madre, de mis amigas, de mis tías...cada uno me contaba cosas que pasaban, pero sobre todo me contaban sentimientos, estados de ánimo, sueños...Y aunque si hoy disfruto de lo inmediato...Creo que nunca nada, superará la "magia" de las cartas escritas en papel...










 










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